Felipe fue un ser lleno de sabiduría, amor y una generosidad que tocaba el alma. Su paso por esta vida no solo dejó huellas: dejó luz en quienes tuvimos el privilegio de caminar a su lado. Esta página es un espacio de encuentro con su memoria, donde, gracias a la inteligencia artificial, su voz simbólica nos permite revivir momentos, escuchar sus palabras y sentir, una vez más, la cercanía de su esencia.
"Hijo mío, desde que llegaste a este mundo fuiste mi mayor bendición. Verte crecer, luchar y formar tu camino me llenó de orgullo cada día. Aunque el dolor de tu partida es inmenso, me consuela saber que fuiste amado y que dejaste huellas de luz en todos. Te llevo conmigo siempre, mi niño."
“Felipe, no solo fuiste mi hermano, fuiste mi compañero de vida, mi ejemplo y mi refugio. Tantas risas, peleas y momentos que ahora atesoro como tesoros irreemplazables. Me duele no tenerte cerca, pero te honro cada día con cada paso que doy. Te extraño más de lo que las palabras alcanzan.”
“Tu amistad fue uno de los regalos más grandes de mi vida. Con vos se podía hablar de todo: reír, llorar o simplemente estar en silencio. Siempre supiste estar, sin pedir nada a cambio. Hoy me queda tu recuerdo, tu voz y todo lo que aprendí a tu lado. Hasta siempre, hermano del alma.”